
El dolor lumbar puede causar alteraciones en el reclutamiento muscular y, como consecuencia, alteraciones en la dinámica del movimiento. Además, el uso incorrecto de la musculatura pueden provocar desequilibrios y éstos pueden originar la sintomatología dolorosa. La región lumbar se ve sometida a un gran estrés mecánico debido a la amplitud de los movimientos y es más propensa a sufrir lesiones musculares, protusiones por hernias discales (en algunos casos) y fracturas por estrés.
El concepto de control motor hace referencia a la integración de los circuitos neuronales y los músculos. El control motor se reduce en aquellas personas que padecen o han padecido dolor lumbar. Por eso, es necesario recuperar la estabilidad muscular y prevenir las futuras lesiones de la zona lumbar mediante el trabajo de la musculatura profunda estabilizadora (el suelo pélvico, los músculos espinales y el transverso del abdomen) con el control motor.
En este caso, la columna lumbar es estable cuando tiene la capacidad de controlar la posición y el movimiento articular, para permitir la producción óptima de transferencia y control de la fuerza, resultando una correcta relación entre la estabilidad y la movilidad.
El control motor tiene como objetivos:
- En caso de lesión o dolor: disminuir la percepción del dolor y restablecer la estabilidad de la columna lumbar con el objetivo de alcanzar una buena recuperación funcional.
- Mejorar la calidad del movimiento y reducir el riesgo de lesión o dolor en la columna lumbar.
- Reeducación postural.
- Mejorar el tono muscular, la resistencia, la coordinación, la velocidad de reacción…
Las etapas de tratamiento engloban:
- Toma de contacto.
- Recuperación de la movilidad: con el fin de restablecer la actividad sensorial.
- Mejora del tiempo de reacción muscular: recuperar la capacidad del músculo para reaccionar lo más rápidamente posible cuando se produce un mecanismo de lesión.
- Mejorar las características de la reacción muscular: con el objetivo de mejorar la calidad y la cantidad de la respuesta muscular.
- Trabajo con cadenas cinéticas.
- Estrategias de evitación y prevención: ejercicios de caída controlada ante el mecanismo de lesión y ejercicios de huida.
- Desplazamientos, saltos, actividades acrobáticas y reintroducción de la actividad: en esta etapa se finaliza la reeducación de una lesión. En esta etapa se puede evitar la recidiva.