La ecografía es una técnica de diagnostico por imagen que ayuda en el diagnóstico de lesiones típicas en personas que realizan actividad física frecuente, como lesiones de los ligamentos o de menisco, roturas fibrilares, etc. En este caso, hacemos referencia a un diagnóstico médico.
La ecografía, como medio de diagnóstico fisioterápico (concepto diferente al diagnóstico médico), es empleada por fisioterapeutas especialmente formados. Este medio de diagnóstico también es empleado para valorar la evolución de una lesión y, también, para valorar si el tratamiento fisioterapéutico va evolucionando según las pautas de recuperación establecidas para cada paciente.
Objetivos de la ecografía en fisioterapia.
Se debe tener en cuenta que ésta técnica aún no se usa en muchos centros de fisioterapia, pues un ecógrafo supone un gran gasto económico. Esta técnica puede ser de gran utilidad para valorar si el tratamiento va dando el resultado esperado.
Tanto la valoración como el diagnóstico realizada por el fisioterapeuta usa términos diferentes a los términos médicos. Por tanto, se debe tener claro que, en este caso, la ecografía usada en el diagnóstico fisioterápico es un método de soporte a otras técnicas. Ésta proporciona información sobre el estado de la lesión para poder establecer un tratamiento adecuado y personalizado para cada paciente.
Ventajas de la ecografía en fisioterapia.
La ecografía es una técnica inofensiva, ya que emplea ultrasonidos.
Con la ecografía se pueden explorar partes blandas (músculos, tendones, nervios o ligamentos) y se puede observar, en tiempo real, la imagen de los tejidos, incluso en movimiento.
Es una técnica complementaria a las usadas habitualmente por el fisioterapeuta que permite visualizar la lesión y la progresión de ésta durante el tratamiento, ayudando a planificar las sesiones y a modificar técnicas en relación a lo que se observe en la imagen ofrecida por la ecografía.