La Enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa crónica y progresiva, ya que provoca trastornos progresivos del movimiento. Esto da como resultado la pérdida de las neuronas responsables de la producción de dopamina, el neurotransmisor que actúa como mensajero entre las diversas neuronas cerebrales involucradas en el control del movimiento. Generalmente, esta patología se suele encontrar más presente en hombres que en mujeres.
Signos y síntomas
Motores |
No motores |
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Tratamiento de fisioterapia
Se recomienda iniciar el tratamiento de fisioterapia desde el estado más inicial de la enfermedad de Parkinson, para prevenir el rápido progreso de la patología. Es necesario que el paciente reciba atención de un equipo multidisciplinar compuesto de: fisioterapeuta, terapeuta ocupacional, nutricionista, logopeda, trabajador/a social y enfermero/a.
La fisioterapia tiene como objetivo principal mejorar el estado físico y retrasar el progreso de los trastornos motores provocados por la enfermedad de Parkinson, favoreciendo un mayor grado de autonomía para realizar las actividades diarias que precisen movilidad (levantarse, pasear, asearse…). La fisioterapia ayuda a rehabilitar la marcha, superar los bloqueos, facilitar los cambios posturales, mantener la amplitud de movimiento y la elasticidad muscular, así como a disminuir las molestias físicas derivadas de otros síntomas que suelen aparecer durante la evolución de la enfermedad.