La fibromialgia es una enfermedad idiopática crónica que provoca dolor crónico difuso e incapacitante y fatiga muscular. Las personas que padecen fibromialgia presentan puntos dolorosos esparcidos por todo el cuerpo, pudiendo abarcar el cuello, los hombros, los brazos, la espalda, la cadera y las piernas. Esta patología produce limitaciones en las actividades de la vida diaria, disminuyendo de forma considerable la calidad de vida de las personas que la padecen, afectándoles en el ámbito biológico, psicológico y social.
En la actualidad, no existe un criterio unánime para su tratamiento, como tampoco existe ningún fármaco aprobado específicamente para tratar la fibromialgia. El objetivo general de los distintos tratamientos de la fibromialgia es aliviar los síntomas, mejorar la capacidad funcional y la calidad de vida de los pacientes. Entre las modalidades terapéuticas no farmacológicas, destacan el ejercicio físico y la fisioterapia.
Tratamiento de fisioterapia para pacientes con fibromialgia.
La fisioterapia tiene un papel muy importante en el tratamiento de esta enfermedad. El fisioterapeuta puede ayudar al paciente a mejorar su calidad de vida y enseñarle a manejar la fibromialgia para que pueda continuar con una vida activa y haciendo las cosas que más disfrute. Un fisioterapeuta puede:
- Elaborar un plan terapéutico diseñado para aliviar el dolor.
- Enseñar ejercicios para mejorar la calidad de vida del paciente.
- Enseñar al paciente a mantenerse activo e independiente.
El programa de fisioterapia puede incluir ejercicios aeróbicos, de fortalecimiento, de flexibilidad y estiramiento junto a técnicas de relajación y de analgesia específicas aplicadas de forma individualizada. La fisioterapia constituye una herramienta muy útil y eficaz en la mejora del dolor y de la sintomatología en personas que padecen fibromialgia, ya que mejora la intensidad del dolor y disminuye la interferencia de la patología en las actividades de la vida diaria del paciente.
