Las varices son dilataciones venosas que se inflaman y salen a la superficie de la piel. Pueden tener una coloración morada o azul oscuro, parecer abultadas y torcidas. Las varices se suelen encontrar en la parte posterior de las pantorrillas o en la cara interna de la pierna. Estas se dan cuando las válvulas venosas dejan de funcionar, dificultando que la sangre fluya hacia el corazón.

 

Clasificación según su etiología:

 

 

  • Varices primarias: Son aquellas varices cuyo origen es desconocido o condicionadas por factores genéticos. Se suelen dar en mujeres.
  • Varices secundarias: varices que están relacionadas con dificultad del retorno venoso de una determinada zona vascular. Estas pueden ser provocadas por trombosis, embarazos, obesidad, estreñimiento crónico, presencia de masas tumorales abdominales, etc.

 

Grados y clínica.

 

Grado

Clínica

Grado I El sistema venoso superficial se dilata de forma progresiva, sin producir sintomatología específica.
Grado II
  • Cansancio que cede caminando y con la elevación de las extremidades inferiores.
  • Pesadez.
  • Dolor.
  • Calambres, especialmente durante la noche.
  • Prurito que puede desencadenar en: sobreinfección, eczema y/o varicorragia.
  • Edema.
Grado III
  • Extravasación de hematíes al espacio intersticial, alterando la coloración de la piel.
  • Distrofia cutánea.
  • Hipodermitis.
Grado IV Aparición de úlceras dolorosas.

 

Tratamiento de Fisioterapia.

 

La fisioterapia forma parte del tratamiento conservador paliativo. En este caso, los objetivos de la fisioterapia son:

 

  • Reducir y/o paliar la sintomatología.
  • Mejorar el retorno venoso.
  • Evitar las complicaciones.

 

Recomendaciones:

 

El objetivo de estas recomendaciones es estrictamente preventivo y terapéutico. En caso de que se realice el diagnóstico de varices, se recomienda:

 

  1. Intentar evitar todas aquellas tareas que exijan bipedestación prolongada o, incluso, permanecer sentados durante mucho tiempo.
  2. Durante el baño o la ducha debemos procurar no emplear agua demasiado caliente, y finalizar el baño o ducha con agua fría realizando un pequeño masaje desde el tobillo hacia el muslo.
  3. Evitar exponer las piernas directamente al Sol o cualquier forma de calor, incluyendo la cera caliente, los baños de larga duración y las saunas.
  4. Realizar actividad física aeróbica suave como: caminar, nadar, bicicleta, etc. Cada día durante un mínimo de 30 minutos.
  5. Realizar una dieta variada y equilibrada para evitar el sobrepeso y la obesidad.
  6. Disminuir el consumo de café, tabaco y alcohol.
  7. Realizar el tratamiento de fisioterapia en la forma y modo recomendado por el fisioterapeuta.

 

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